jueves, mayo 16, 2013

Podrida



Tan podrida,

reducida al amor,

amando las cadenas

besándolas a diario,

el dolor ajeno me roe el cuerpo,

siento-o creo que siento- el denso y oscuro dolor del mundo
mordiéndome la espalda,
besándome el cuello.

Mi cabeza se llena de aguas negras,
el vacío compone mi corona,
y el frío de este sábado lluvioso
me rompe los huesos  con delicadeza,
jugando, al azar.



Tan podrida, reducida al amor,
a sus daños,
a los rasguños en mi cuerpo,
a las costras resecas, frías 
al odio a solas.

Tan podrida,
como un ser de caverna,
dependiente como una muñeca,
soy una explosiva daga inerte
clavada en el corazón del mundo.



Mi cabeza, mis senos,
mis piernas, mi sexo,
tan podridos,
tan solos, 
tan llenos de frío.

Vos, ¿Que te creerás?
yendo por ahí,
presumiendo vanamente
la fuerza cósmica nuclear lunar,
la vida-...chukcha

que me has robado.