sábado, agosto 08, 2009

Nebulosas

No a la cabeza

Quiere llorar la inocencia,
quiere llorar…
este dolor se manifiesta

Nítida fragancia liquida,
se quiere derramar,
en los ríos del abismal,
rostro en sequia.

Quiere divagar, lánguida
una pena…
Una pena que sombría
y desnuda,
navega en el frio,
desolado de la puerta,
del techo de mi alma.
¡No me toquen la cabeza que lloro!
No me dejen sin mis cielos,
les imploro.




Noche

O se esconde de mí,
desnuda la noche…
O se derrama sobre mis piernas,
su mágica manta plateada
y se pierde en la vertiente inmaculada.
¡No la encuentro a la noche!
…Será que se deshace en mis manos,
al tratar de alcanzarle
y sumergir mi tacto,
en las tinieblas que la envuelven.

Sera que se deshace,
al tocarla con mis manos sol,
con la lengua pálida,
del exclusivo manantial
o tan solo busca redención,
en un lugar mejor,
donde no se disfracen,
los sueños, con perlas frías
y vanidades turbias
Donde no lo ate con mis alas,
y me resigne a vivir con ella.

O será…que la mística noche murió
para seguir viva…
para no perder su vida,
ingrata, tersa y vacía.


Cueva secreta

Ese tacto…
que jugaba, un poco
con sonrisas,
escondidas…
entre ese par de sueños,
como piernas…Como alas.

Aquel tacto que jugaba
y acariciaba mi rostro,
mientras se divertía
se amaba y reía.

Ese tacto que jugaba,
y se conocía
y entre los laberintos de mi piel,
se perdió,
por un edén que no conocía.
Decidió volar.
Y voló.

Y quedo atrás aquel laberinto,
mi piel no era más desconocida,
ahora era, la piel que cubría el alma mía
Y volaba,
y cantaba…

Aterrizaba en una vertiente,
donde se derramaba un cielo infinito
donde se despiertan las olas,
que atrapan y matan,
a las hadas cohibidas.

Aterrizó y agitada,
de su boca aún,
sus palabras en gloriadas
se pronunciaban.

Aterrizaba en esa fuente,
y en la secreta cueva,
de donde emana vida,
se lleno de esa luz tan clara.


Gozoso


Tan solo hay puntos,
recuerdos de secuestros,
en la lluvia elegante
que cae sobre el asfalto
en el que se riegan
las lágrimas,
los claveles muertos
y los traumas
de la gente que no sueña

El insomnio ataca,
y atrapa a seres decadentes,
el insomnio que brilla
y la gente y sus claveles
se llenan de envidia
que mis manos,
acarician
mis
piernas
y caen en profundo
y gozoso sueño