jueves, mayo 09, 2013

A m a n e c e r

 Hállame, amanecer
descalza y temerosa…
hállame en la noche, espera un poco,
hállame encendida y con mi propia luz
enredada…
Bésame la boca.
Hállame en la noche bebiendo
de la lluvia.
No permitas que mi pulso,
se sostenga sin aliento
del reloj que condena
el fracaso de mil noches
y el retorno de un día,
que no me importe
yo no envenenaré de hastío mis palabras,
hállame callada, trémula,
hállame en el vacío, detente,
contempla vulnerable mis pasos.
¡Vete!
¿Acaso no me sientes lejana?
¡Vete!
La luna adormece mi rebelión,
adormece mi furia,
la luna, despierta mi magia,
no quiero que sea de día,
me aterra la persecución de la luz,
y su sombra.

La luz, su sombra,
metamorfosis de ideas…
de incendios, de sogas.
Y llegas, amanecer,
suicida, no te resistes.
Me hallas cansada,
pagándole penitencias a la muerte,
encorvando el torso,
besando la bajeza terrenal,
rendida…
Acomodándome delicada,
al dolor de las cadenas…
Me encuentras, besando las estrellas
desgracia de quien
regresa de un sueño
Vete pronto…